Palas – Tradicional vs Europea

Kayakismo de travesía: ¿pala Groenlandesa o europea?

 

Algunas aclaraciones, cuando decimos pala, nos referimos a los remos del kayak, nada que ver con esto:

Y por Groenlandesa a las que tienen un aspecto más o menos como este:

Las “europeas” serían algo así:

 

Como además de la Groenlandesa hay otras palas semejantes con algunas variaciones (ej. Aleutianas), las vamos a agrupar con el término “tradicionales”, así que de ahora en más hablaremos de dos grupos, las tradicionales y las europeas.

Entonces la pregunta inicial es una forma de resumir las varias preguntas que oigo a menudo cuando hablamos de equipamiento con los alumnos de los cursos de travesía o en un encuentro casual con otro kayakista (yo habitualmente uso una pala tradicional), y que son más o menos estas:

¿Se puede remar con eso? (refiriéndose a la tradicional)

¿Sirve para lo mismo? ¿Cuándo se usa? ¿Por qué elegís esa u otra?  ¿Qué ventajas/desventajas tiene?

¿Y a mí, cuál me convendría usar?, etc.

Muchas veces respondí hablando de las manos, los hombros, la frecuencia de remado, las maniobras con una y otra, y que esta es mejor porque tal cosa, y la otra es mejor cuando tal otra…, siempre desde mi propio punto de vista y mucho en función de mi experiencia personal.

Pero con el tiempo me he dado cuenta que no estaba dando el mensaje correcto o el que ahora pienso que es más útil.

Entonces, tengo dos respuestas, una laaaarga… y otra corta (para millennials o ansiosos)

Corta:

El 99,9% comienza remando con una pala europea, en ese caso, si ya salieron más de una vez a remar y han aprendido y realizado algunas maniobras más allá de remar para adelante (no hace falta que dominen las maniobras o tengan una técnica depurada) sólo entonces…, si pueden pidan una pala tradicional prestada y úsenla al menos unas horas, no la rechacen de entrada si no les resulta. Y eso es todo, decidan si les gusta ahora, tal vez no, tal vez más adelante o nunca.

Y las palas europeas vienen en distintos tamaños, materiales, formas, etc., así que lo mismo: a experimentar y encontrar la que mejor les va hoy. No hay garantía de que sea la que van a preferir siempre, ni para todo. Y acá termino sino no sería la respuesta corta.

Larga:

Déjenme que les cuente la historia de Rómulo y Remo.

Rómulo y Remo son dos hermanos mellizos, huérfanos. Se cree que nacieron en Alba Longa, centro de Italia, un martes.

Siendo bebés fueron adoptados por una señora alemana que se dedicaba a las travesías, fue con ella que conocieron los kayaks desde muy temprana edad.

Pero esta señora no estaba casi nunca en casa, porque sus travesías se hacían cada vez más largas y remotas. Entonces los niños fueron dejados al cuidado de parientes, resultando que Rómulo se fue a vivir a la costa del Mar Tirreno y Remo a la del Mar Adriático, o sea que estaban uno de cada lado de la bota….

 

 

Siguiendo los pasos de la madre, ya adolescentes ambos eran consumados kayakistas, creciendo separados eran muy diferentes en sus preferencias y carácter.

Rómulo, extrovertido y progresista; Remo, introvertido y conservador.

Rómulo usa pala europea y Remo, tradicional.

Rómulo se va haciendo conocido a través del deporte y por su alto perfil mediático; es así que los medios descubren que tiene un hermano al que no frecuenta y vislumbran una jugosa historia para los programas de chimentos.

Comienza a hacerse conocida su historia y a generarse una rivalidad evidentemente fogoneada por los periodistas.

Se los presenta como antagonistas, tanto es la presión de los medios que los adolescentes, separados desde muy chicos, son ahora adultos que están totalmente distanciados, no sólo geográficamente, sino en casi todos los aspectos de la vida, al menos así los retrata la prensa.

Aparecen regularmente en programas de televisión, uno en los estudios, y el otro, en pantalla dividida, desde alguna locación en la costa. Discrepan, no hay diálogo.

Y tienen buen rating.

Se hace muy notoria la defensa que hace Remo de su preferencia por las palas tradicionales, que a esta altura usa exclusivamente, mientras Rómulo lo tilda de retrógrado, entre otras cosas.

Si bien los medios presionan par

a que compitan entre sí con sus kayaks, nunca llegan a un acuerdo sobre las reglas que tendría esa competencia, sobre el lugar, la distancia, y otros detalles.

Deciden que nunca se van a cruzar en el mar, dividen las aguas, Rómulo dice que sólo navega por el poniente y Remo por el levante; oeste y este de la península italiana respectivamente.

Y cada uno tiene sus seguidores y también sus detractores.

Literalmente una grieta se genera en la sociedad que trasciende a Europa y se ve replicada en muchos lugares del planeta. Se viraliza.

Clubes de fans, marchas de apoyo/protesta, campañas en las redes sociales; se multiplican las expresiones populares, pero afortunadamente la sangre no llega al Tíber….

Hasta que un ominoso hecho sacude al público.

Resulta que, en una de tantas travesías de los hermanos, Rómulo por el oeste y Remo por el este, ambos llegan hasta la región de Calabria, en el sur del país.

Pero allí, ¿dónde está el límite? es una zona gris…

No está claro el asunto y en definitiva el azar quiso que en alguna parte del mar Jónico (o Ionio en el mapa) se encontraran, a varios kilómetros de la costa, Rómulo y Remo.

La crónica habla de un fuerte discusión, amenazas y violencia, que Rómulo acusa a su hermano de no respetar la línea por él trazada, que Remo no da el brazo a torcer en ningún momento.

Y Los hechos son: “Un vecino de la localidad de Rocca Imperiale divisa dos kayaks en la playa frente a su residencia, junto a ellos hay dos personas, una de ellas está agitando un remo (sic)”

El calabrés Anthony LaPagaia fue el primero en arribar al lugar.

 

 

El informe de los “Carabinieri” cita las declaraciones del Sr. A. LaPagaia: “Noté que algo estaba mal, uno de los kayakistas, hacía señas, el otro yacía en la playa. Los kayaks estaban fuera del agua, a pocos metros de la orilla.”

Y continúa el relato: “A medida que me iba acercando noté que, el que estaba acostado tenía el rostro y parte del pecho cubiertos de sangre, el otro se mantenía a su lado, mirándolo a él y luego a mí. Eso me asustó; me detuve y llamé a la policía en ese mismo momento”.

“Continué avanzando lentamente, hasta que estuve muy cerca, el que hizo señas se levantó, me tomó de los hombros y me sacudió con cierta violencia mientras me decía, casi gritando: ¿Llamó a una ambulancia? ¿Lo hizo? y repitió varias veces lo mismo.”

“Le respondí que sí, pero que iba a volver a llamar para apurarlos. Entonces llamé nuevamente a la policía y les dije que había un herido grave. Mientras el que me había sujetado estaba al lado del otro, que yacía sin emitir ningún sonido, inclinado sobre éste, con las rodillas en la arena colocaba sus manos como queriendo tocarlo o sujetarlo, pero no lo hacía, las tenía ambas a pocos centímetros del herido, yo miraba hacia la ruta y así permanecimos varios minutos, hasta que se oyó la sirena. En ese momento me alejé de los kayakistas para acercarme al camino, cruzando las vías del tren, y hacerle señas a la patrulla que avanzaba por la mano de enfrente, ellos me vieron y me hicieron señas que interpreté como que debía esperar en el lugar. Eso hice, y casi enseguida escuché otra sirena, esta vez de una ambulancia, que estaba de la mano correcta y se detuvo justo donde me encontraba.”

Luego narra que: indica a los paramédicos el lugar donde estaba el herido y ellos le dicen que espere a la policía.

El testigo no reconoce a los hermanos y sólo habla con uno de ellos lo que consta en la declaración.

Uno de los paramédicos, que habría formado parte de la dotación de la ambulancia, declara que: Remo, herido, dice que su hermano Rómulo le abrió la cabeza, luego de eso pierde la consciencia.

Y el policía que interroga a Rómulo en el lugar declara que éste se encontraba muy nervioso, que admite haberse acercado a Remo mientras navegaban, pero interrumpe sus dichos cuando, viendo a los paramédicos intentando reanimar a Remo, piensa que su hermano ha muerto.

A partir de ese momento Rómulo no emite palabra alguna y es trasladado por la fuerza policial.

Remo es llevado al hospital, en estado de coma.

La noticia toma estado público, esa misma tarde está en todos los noticiarios. La gente se detiene frente a los televisores de tiendas y bares, atónitos van tratando de procesar la avalancha de trascendidos, especulaciones y diatribas de los opinólogos de turno.

La mañana siguiente diarios de Italia y el mundo publican la noticia, algunos con grandes titulares. El diario La Repubblica pone en la primera plana: “Peligra Festival de San Remo”, luego lanza una segunda edición corrigiendo el error donde dice: “Festival bien, Remo muerto o casi”.

La Gazzeta dello Sport titula: “Romulo 1, Remo 0”.  La noticia llega incluso a nuestro país, donde Crónica TV, en su clásica placa roja, dice: “Reiteramos. Rómulo le partió el marote a Remo. Ahora sería medio-hermano”.

Se instala rápidamente una firme sospecha de que Rómulo atacó a Remo por pasarse de la raya.

La idea suena plausible dada la pública rivalidad entre ambos.

La sociedad debate, pero está claro que Rómulo ya ha sido condenado por los medios.

Mientras Remo continúa en coma con pronóstico reservado, Rómulo es acusado y procesado.

Todo se torna muy mediático. El conocido conductor de televisión italiano Aldo Moro foguea el debate en su programa La Brigada.

El comisario Montalbano es invitado casi a diario junto a otros personajes variopintos a integrar el panel de Moro.

La burocracia laberíntica de la justicia provincial de Calabria alarga el proceso, idas y venidas, finalmente comienza el juicio.

Se suceden los testimonios de “expertos”, testigos que luego se descubren como falsos, parientes que no son, y cualquiera en busca notoriedad, incluso Andrea Bocelli dice que vio algo…

Rómulo no habla, se especula si es la culpa que lo agobia, es una estrategia o si no está en su sano juicio.

Circulan algunos videos con un falso Remo hablando desde la cama del hospital, otros de un Rómulo entrenando con el ISIS. Las redes sociales desgastan el tema.

Todo pierde seriedad y el verdadero drama se desdibuja en memes.

Transcurre más de un año, el proceso no avanza y el juez Franco Cafchiatto se declara incompetente, pero la noticia pasa desapercibida porque ese mismo día ocurre algo inesperado, Remo despierta.

Periodistas se agolpan en el nosocomio a la espera de poder recoger las primeras declaraciones de Remo.

Otra vez la historia de los hermanos está en el candelero.

Finalmente se monta una conferencia de prensa en el mismo hospital, hablan los médicos, a nadie le interesa, se espera la palabra de Remo.

Unos días más tarde se anuncia que estaría en condiciones de responder preguntas.

La RAI logra que Rómulo salga en directo desde el juzgado, en una transmisión conjunta con el hospital. Se anuncia para el Prime Time: “A dos voces, Rómulo y Remo”, casi como si se tratase de un match de boxeo.

Cerca de las 23:00hs., un Remo muy delgado, desde la cama reclinada, saluda a las cámaras.

Agradece a médicos, enfermeras, rescatistas, etc., y llega el momento de las preguntas.

Sin anestesia, Orazio Paganini del Corriere della Sera manda: “Román, ¿Su hermano intentó matarlo?

Remo abre exageradamente los ojos y responde con un enfático: “No”.

A lo que el periodista interroga: “Pero ¿no dijo usted que su hermano le había abierto la cabeza?, y él mismo sugirió que lo habría abordado…, no me jodas.”

Mientras Rómulo, esposado, con auriculares escucha la voz de su hermano; alegando cuestiones jurídicas no le habían dicho que Remo salió del coma, aunque parece más una maniobra de la televisión para captar su reacción en vivo.

Remo explica mientras Rómulo desorientado no está seguro de creer, un asistente le acerca un monitor y ve a su hermano.

Rómulo rompe el silencio y tomando el monitor como si fuera la cabeza de alguien le dice: “¡Remo, Remo, pensé que te había perdido!” (Los kayakistas sabemos lo malo que puede ser eso…)

Y para no abrumarlos con detalles, voy resumiendo.

Resulta que, al encontrarse Rómulo y Remo realizando la actividad que tanto disfrutan y aman, después de tanto tiempo; en medio de las hermosas aguas del Mediterráneo, dejaron de lado sus diferencias y disfrutaron de una buena remada, charla y reconciliaron posiciones.

Reconocieron lo fútil de toda esa disputa y decidieron dejarla en el pasado. Suponemos que por lo emotivo de la situación se descuidaron un poco, aparentemente el kayak de Remo se traba en una roca sumergida y le provoca un vuelco, impactando éste con la cabeza en otra bastante afilada.

Su hermano logra llevarlo hasta la costa, el resto de lo que pasó a partir de allí ya lo conocemos.

Una lección de esta historia es que en aguas someras hay que estar muy atentos, y usar el casco si hay posibilidad de vuelco en zona de piedras, corales, etc., así como en las rompientes.

Pero la moraleja que tiene que ver con el tema de esta laaarga respuesta es:

Cuando les dan un consejo sobre kayakismo, especialmente sobre el equipo (ya sea que lo hayan pedido no) si sospechan que hay fanatismo… desconfíen.

Es bastante habitual que un kayakista esté convencido de que su kayak, pala, etc. es lo mejor que les puede recomendar, y que sea apasionado sobre eso, esa parte es buena.

Pero si les dice que no hay otra cosa mejor o que lo otro no sirve… Talibán a la vista.

Rómulo y Remo están ahora recuperando el tiempo perdido, remando juntos; no cambiaron del todo sus preferencias, pero de vez en cuando Rómulo usa una pala tradicional y Remo una europea.

Y para terminar vuelvan a leer la respuesta corta 🙂 !!!

 

 

Espero que les haya gustado esta nota, si quieren “des-informarse” de otro tema me avisan en los comentarios (donde de paso les agrego más titulares que encontré de la noticia, también pueden aportar los suyos).

Martin C.